EDITORIAL

La habitación azul empezó a girar sobre su propio eje, la lámpara de la mesilla se apagó y todo se oscureció en un instante. Un perro ladró a lo lejos pero los habitantes del mundo subterráneo no podían ver la luz. Los espejos se rompieron de repente y nos dimos cuenta de que era el fin.
El cielo ha despertado de nuevo sobre nuestras cabezas y la habitación azul ha vuelto a ver el Sol. Hemos vuelto ahora en Formato Digital y Gratuito. Sed todos bienvenidos...